En pleno comienzo de curso y reactivación de todas las actividades laborales, académicas, administrativas e investigadoras, nuestra universidad sigue sin definir claramente sus intenciones sobre el trabajo no presencial
En cuanto al PDI basta recordar que hace un par de semanas el propio Rector suspendió las negociaciones con los sindicatos, sobre todos los protocolos, con la excusa de que "había que esperar a ver qué se regulaba en la normativa estatal que estaba en marcha".Sobre el PAS, esta misma semana, hemos visto como la Gerente anunciaba inicialmente una vuelta total a la presencialidad para dejarla en parcial después de escuchar las propuestas de los sindicatos. Aunque esa presencialidad parcial depende diversas circunstancias y no es igual para todos/as.
Esto último, que las medidas sobre presencialidad (y también sobre protección frente al Covid19) no son iguales para todos/as, sucede tanto para el personal de administración y servicios como para el profesorado. Ya que en todos los casos se ha permitido que cada Centro o Servicio pueda determinar cómo, de qué manera y cuándo se aplican. De manera que en lugar de tener una ULPGC en la práctica son varias decenas, generando confusión y discriminaciones sin sentido.
En el caso del PDI es urgente retomar la negociación para poder acordar las medidas desde el mismo comienzo de curso, evitando que el "ordeno y mando" se convierta en un hecho consumado y dificil de corregir.
Para el PAS es imprescindible que se atienda nuestra petición de iniciar de inmediato la negociación del teletrabajo, una vez que la propia Gerente reconoció, a preguntas del Grupo Claustral AGRUPAS durante la sesión del Claustro del pasado 30, que ya había recibido la solicitud de CCOO para llegar a un acuerdo sobre teletrabajo [clic aquí para ampliar información sobre la presentación de esta propuesta].
Tanto la falta de instrucciones claras sobre la forma de retomar la docencia y qué hacer en determinadas situaciones por parte del PDI, como la nueva Instrucción de la Gerencia para el PAS, siguen manteniendo la ambigüedad en unos momentos que, precisamente, son los menos indicados para dudar o adoptar decisiones tardías. Los ejemplos que estamos viendo en otras zonas del país demuestran lo peligroso que resulta retrasar las cosas, y las posturas del Gobierno central y del autonómico de Canarias aceptando negociar y regular el trabajo no presencial reflejan el camino a seguir.
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