miércoles, 10 de junio de 2015

El cambio de Calendario académico en la ULPGC sería una temeridad

Realizar el cambio de Calendario académico que algunos responsables de la ULPGC están proponiendo sería una temeridad al "experimentar" con miles de estudiantes sin evaluar sus consecuencias

Tal y como ha reflejado la prensa, la propuesta de cambio en el Calendario académico, se justifica en la necesidad de mejorar los resultados del alumnado en la realización de sus exámenes finales del primer cuatrimestre. Fijando el objetivo en adelantarlos de forma que se desarrollen inmediatamente antes de las vacaciones de Navidad, en lugar del mes de enero.

De forma paralela, para justificar la necesidad de este cambio,  también añaden otras supuestas mejoras relativas al aprovechamiento de espacios y horarios, y presentación de TFTs.

Especialmente llamativo si tenemos en cuenta que las universidades que presentan como ejemplos de este nuevo modelo de calendario, que podrían servir de experiencia previa, no son tales ejemplos porque ninguna de ellas ha implantado este adelanto de Calendario:
La Universidad Pablo de Olavide (UPO), las catalanas (por ejemplo la UB), la "de Bilbao" (no existe tal universidad pero entendemos que pueden referirse al Campus de Bilbao de la Universidad del País Vasco -EHU- o bien a la Universidad privada de Deusto) mantienen su Calendario académico igual que en la ULPGC y con las pruebas del primer cuatrimestre a lo largo del mes de enero [puede comprobarse haciendo clic en el gráfico de la izquierda para ampliarlo o visitando las páginas web de estas universidades].

Desde CCOO no rechazamos los cambios que pretendan mejorar la universidad, ni nos oponemos a las innovaciones. Pero entendemos que cualquier propuesta en este sentido debe tener en cuenta que llevamos varios años sometidos a cambios constantes en la organización y planificación (nuevas titulaciones de Grado, nuevo sistema de Encargo docente, incremento de la carga y dedicación docente, etc.) y que esta situación se complicará aún más si el Decreto de reducción de los Grados a 3 años no se modifica antes de terminar la moratoria de dos cursos aprobada por la CRUE.  Por eso, en este contexto introducir un cambio de esta magnitud en el Calendario académico puede suponer una temeridad al no evaluarse las consecuencias que éste tendría sobre más de veinte mil estudiantes.

Cambios que también tienen, y tendrán, una elevada repercusión sobre el personal de la ULPGC (en mayor medida sobre el profesorado pero también sobre el PAS), que llevan acumulada una fuerte carga negativa como consecuencia de las distintas "reformas" (la de los Títulos de Grado y las "de Wert") impidiendo una estabilización del trabajo y de la planificación. Por lo que este nuevo cambio provocará una nueva incertidumbre imposible de minimizar.


Incertidumbre que ha comenzado nada más conocerse esta propuesta de cambio a través de la prensa, sin que haya existido debate o información interna en la ULPGC y, más grave aún, sin que las autoridades de la ULPGC hayan intentado negociar o consultar con los representantes sindicales del personal (profesorado y PAS). Vulnerando la normativa que exige negociación previa en los temas que implican la modificación actual de las condiciones de trabajo como el calendario, algo que incluso aparece explícitamente reflejado en alguno de los Convenios colectivos (como el del PDI laboral en su artículo 28).

CCOO pedirá una aclaración al equipo de Gobierno de la ULPGC y, en función de su respuesta, si mantienen su intención de seguir adelante con este cambio en el Calendario, estudiaremos iniciar los procedimientos legales para reclamar el derecho a negociar esta modificación al mismo tiempo que evaluar sus consecuencias y coordinarnos con los/as representantes estudiantiles para estudiar acciones conjuntas.

1 comentario:

  1. En LA PROVINCIA dice mucho más: desdoble de clases en mañana y tarde para los estudiantes, aumento del horario diario y en general una mayor concentración de la actividad académica, incluyendo los exámenes que tendrán menos tiempo entre una prueba y otra para estudiar.
    Lo que no logro entender es por qué la universidad da toda esa información a un periodista, algo que puede estar bien como sistema de transparencia ante la sociedad, pero no da ninguna a la comunidad universitaria que es en definitiva quien sufrirá ese cambio.


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