Cuadro del Estudio de CCOO [clic en la imagen para ampliar] |
En la prensa canaria se ha recogido, como ejemplo, un estudio de la ULL sobre el clima laboral del PDI, que ha logrado la participación de un porcentaje elevado del profesorado y recoge el mismo sentimiento que se concluye en otros similares del resto de las universidades españolas: exceso de tareas burocráticas y mucha desmotivación.
Datos que confirman el realizado por CCOO hace un año y con el que ya recomendamos a todas las universidades española la necesidad de elaborar una evaluación integral de los riesgos psicosociales del PDI.
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Desde CCOO ya decíamos, en la presentación de nuestros datos durante 2014, que "La inadecuada adaptación del sistema universitario español al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) ha dado lugar a nuevas tareas docentes y burocráticas y de atención al alumnado que han sido asumidas por el profesorado y que no se han acompañado de las condiciones materiales idóneas para realizarlas.
Esto, unido a la escasa formación que ha recibido el PDI de las universidades públicas y a los recortes que han empeorado sus condiciones laborales, ha puesto de manifiesto la existencia de riesgos psicosociales específicos en este colectivo.
- Estudio del clima laboral de la ULL elaborado por el Vicerrectorado de Calidad Institucional [clic aquí para descargarlo: 11 páginas PDF]
- Estudio de los riesgos psicosociales del PDI universitario elaborado por CCOO en colaboración con el ISTAS [clic aquí para descargarlo: 112 páginas - tarda en descargarse porque contiene numerosos gráficos y el fichero es muy grande 16MB]
En concreto, el estudio realizado por la Federación de Enseñanza de CCOO revela que las exigencias psicosociológicas son las dimensiones, de un total de 20 analizadas, más problemáticas y que mayor impacto tienen en el PDI. El 74,7% de las trabajadoras y trabajadores que han participado en el análisis dice estar en la situación más desfavorable para su salud en cuanto a la dimensión de exigencias psicológicas cognitivas; un 67,3% está en la situación más desfavorable para su salud en la dimensión de exigencias psicológicas cuantitativas; un 66,5% en la de exigencias psicológicas emocionales; un 64,7% en la dimensión de calidad de liderazgo; un 58,7% en la de previsibilidad; un 55,1% en la de apoyo social de los superiores; y un 53,6% en la dimensión de estima.
En definitiva, los datos nos indican que el profesorado de las universidades públicas españolas, como resultado de los riesgos psicosociales a los que está expuesto, tiene serias dificultades para compatibilizar la vida laboral y profesional (doble presencia) y para adquirir nuevos conocimientos y habilidades debido a que la organización no lo facilita (exigencias psicológicas cognitivas); debe asumir un volumen excesivo de trabajo para la jornada laboral establecida (exigencias psicológicas cuantitativas); no recibe de la organización las herramientas necesarias para gestionar las tensiones derivadas de las relaciones interpersonales ni la organización es lo suficientemente flexible para minimizar esta exposición (exigencias psicológicas emocionales); sufre una deficiente gestión de personal por parte de los mandos inmediatos (calidad de liderazgo); no dispone de la información adecuada y suficiente para realizar sus tareas y adaptarse a los cambios (previsibilidad); no recibe la ayuda necesaria por parte de sus superiores (apoyo social de los superiores); y no recibe el respeto, reconocimiento y trato que merece el esfuerzo invertido en su trabajo (estima).
Para resolver los nuevos problemas generados por la implantación del EEES es imprescindible definir las tareas que debe acometer el PDI con un cómputo de tiempos adecuado. Además, las universidades deben facilitar al profesorado todas las herramientas necesarias para desempeñar adecuadamente sus funciones.
Parte del incremento de las tareas burocráticas está vinculado a los requerimientos de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), muy controvertida por su falta de transparencia y objetividad.
En relación con el gobierno, la gestión y el liderazgo en las universidades, en el estudio se apuntan problemas relacionados con las funciones efectivas de liderazgo y con las figuras que deben ejercerlo. Se produce una situación paradójica: por un lado, hay un exceso de regulaciones y procedimientos que llegan a pautarlo todo hasta extremos indebidos; y por otro, existe el consentimiento, de hecho, de amplios márgenes de discrecionalidad para aplicarlos en ciertos ámbitos de la docencia, de las metodologías, de las relaciones con el alumnado, de los criterios y los procedimientos de evaluación.
Las condiciones laborales del PDI también han empeorado a raíz del decreto RD-Ley 14/2012, ya que se ha terminado definiendo la docencia como una forma de penalización a quienes no cuenten con los méritos investigadores estipulados y aplicados. Por tanto, es urgente reestablecer el valor de la docencia y eliminar las restricciones en las ofertas públicas de empleo y a la contratación en general.
Nuestro estudio sobre los riesgos psicosociales del PDI de las universidades públicas está basado en el método de evaluación de riesgos psicosociales CoPsoQ-istas21, un instrumento de referencia que se basa en la participación de los agentes sociales, emplea conocimiento y metodología científica, incorpora un cuestionario estandarizado válido y fiable, utiliza el método epidemiológico, incorpora valores de referencia, permite triangular los resultados a través de la participación, facilita la acción sobre el origen de los riesgos y es aplicable a todos los sectores y empresas.
Para resolver los nuevos problemas generados por la implantación del EEES es imprescindible definir las tareas que debe acometer el PDI con un cómputo de tiempos adecuado. Además, las universidades deben facilitar al profesorado todas las herramientas necesarias para desempeñar adecuadamente sus funciones.
Parte del incremento de las tareas burocráticas está vinculado a los requerimientos de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), muy controvertida por su falta de transparencia y objetividad.
En relación con el gobierno, la gestión y el liderazgo en las universidades, en el estudio se apuntan problemas relacionados con las funciones efectivas de liderazgo y con las figuras que deben ejercerlo. Se produce una situación paradójica: por un lado, hay un exceso de regulaciones y procedimientos que llegan a pautarlo todo hasta extremos indebidos; y por otro, existe el consentimiento, de hecho, de amplios márgenes de discrecionalidad para aplicarlos en ciertos ámbitos de la docencia, de las metodologías, de las relaciones con el alumnado, de los criterios y los procedimientos de evaluación.
Las condiciones laborales del PDI también han empeorado a raíz del decreto RD-Ley 14/2012, ya que se ha terminado definiendo la docencia como una forma de penalización a quienes no cuenten con los méritos investigadores estipulados y aplicados. Por tanto, es urgente reestablecer el valor de la docencia y eliminar las restricciones en las ofertas públicas de empleo y a la contratación en general.
Nuestro estudio sobre los riesgos psicosociales del PDI de las universidades públicas está basado en el método de evaluación de riesgos psicosociales CoPsoQ-istas21, un instrumento de referencia que se basa en la participación de los agentes sociales, emplea conocimiento y metodología científica, incorpora un cuestionario estandarizado válido y fiable, utiliza el método epidemiológico, incorpora valores de referencia, permite triangular los resultados a través de la participación, facilita la acción sobre el origen de los riesgos y es aplicable a todos los sectores y empresas.
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