miércoles, 11 de junio de 2014

El operario muerto en la Universidad del País Vasco trabajaba sin contrato

CCOO desmiente que el trabajador fuese autónomo y va a iniciar la vía penal contra los responsables de la empresa que supuestamente lo contrató

Equipo de emergencia sanitaria atendiendo al fallecido
en el patio central de la Biblioteca [Foto Ikasle Ekintza]
El operario cuyas iniciales son T.C.L. y que el pasado día 20 de mayo falleció en las instalaciones de la  Universidad del País Vasco (UPV-EHU) en Leioa no tenía ningún tipo de contrato de trabajo. El trabajador, que cayó desde una altura de más de 20 metros desde el tejado al patio central de la biblioteca de la UPV tras pisar una claraboya en el techo, desempeñaba sus tareas bajo las órdenes de la empresa Lan Ondo Multiservicios SL con domicilio social en Portugalete. La obra en la Universidad del País Vasco no era la primera que el trabajador fallecido desempeñaba para la citada empresa.

CCOO de Euskadi ha iniciado las acciones legales para que la familia del fallecido reciba las compensaciones oportunas, y entiende que la responsabilidad última es de la empresa Lan Ondo Multiservicios SL, que es quién dio la orden directa de efectuar los trabajos al trabajador ahora fallecido. El sindicato va a emprender también la vía penal contra los administradores de esta empresa, puesto que es extremadamente grave obligar a subir a 25 metros de altura a un trabajador al que no se ha contratado y al que no se le ha proporcionado ninguna medida de seguridad. CCOO desmiente categóricamente que el trabajador T.C.L. fuese autónomo, como se ha difundido en algunos medios de comunicación con el fin de eludir responsabilidades.

Es evidente que se ha producido un estrepitoso y gravísimo fallo en la coordinación que tiene que haber en seguridad y salud en el trabajo, puesto que la UPV había contratado el trabajo de impermeabilización del tejado a la empresa Gaimaz y ésta había subcontratado la realización de la obra a la ya referida Lan Ondo Multiservicios SL.

Para CCOO también esta claro que la UPV tiene algún grado de responsabilidad en el suceso, al no haber comprobado en qué condiciones acceden los trabajadores de las empresas subcontratadas al recinto, no habiendo prestado la suficiente atención a la legislación en lo relativo a la coordinación de la seguridad y la salud en el trabajo ni a la obligación de estar dado de alta en la Seguridad Social de los trabajadores de estas subcontratas.

Además, la UPV tenía conocimiento de que las claraboyas del techo estaban en mal estado porque en 2009 desde la sección sindical de CCOO se les notificó, como consta en un acta del Comité de Seguridad y Salud de la UPV.

Este lamentable accidente evidencia que el modelo que permite subcontratar trabajos en cadena de unas empresas a otras para la realización de una obra o servicio es un modelo nefasto, puesto que el ahorro en los costes que se promueve de una empresa a otra en ese modelo se hace siempre a costa de las medidas de seguridad. Las empresas que subcontratan servicios de esta forma siempre eligen a las más baratas, que son las que más recortan de las medidas de seguridad de sus trabajadores.

Lamentablemente, con la política de recortes que están sufriendo las universidades, este tipo de subcontrataciones y descontrol han aumentado considerablemente en nuestras instituciones, incrementando el nivel de riesgo de accidentes laborales e incidencias de todo tipo. Por eso es importante destacar que los recortes en el gasto no deben hacerse nunca a costa de la seguridad, ni de los trabajadores propios ni de los ajenos y tampoco del alumnado y los sindicatos debemos extremar la atención y la vigilancia a través de los/as Delegados/as de Prevención.

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